Esta nota va con
contenido más ideológico que puramente económico, pero creo que se mantiene en
la línea de discusión de los problemas y aportes a una mejor Argentina.
En primer lugar una
manifestación intelectual: estoy convencido que el mayor logro de la izquierda
y la derecha ha sido eliminar del debate político y económico al liberalismo.
Hablo del liberalismo de verdad. Ese que pone por delante de todo, el respeto
por los derechos individuales.
Si tengo que definir
qué es alguien de derecha, digo es alguien que le da vergüenza su visión sobre
la sociedad, y decide conceder alguna libertad económica a cambio. Si tengo que
definir qué es alguien de izquierda, digo que es alguien que le da vergüenza su
visión sobre la economía, y decide conceder alguna libertad social a cambio.
Es decir, unos son
demasiado autoritarios en lo social y los otros en lo económico, que para ser
políticamente menos incorrectos, se corren un poquito en los otros aspectos de
la sociedad.
Como un subproducto de
este desvío en la discusión, arribamos a la inconducente postura de Estado sí,
o Estado no. No cero que haya economista alguno, de la posición ideológica que
sea, que piense seriamente que el Estado no tiene ninguna razón de existir,
incluso en cuestiones económicas (a la izquierda le gusta el Estado para todo,
a la derecha le interesa un Estado vigilante, por ejemplo). En el caso del
liberalismo, el objeto del Estado es garantizar los derechos individuales.
Otra discusión muy
diferente es si a algunos de esos derechos, los tiene que proveer el Estado en forma directa. Caso paradigmático,
podríamos decir, es la jubilación. Primera pregunta: por qué es el Estado el
que debe ocuparse de que haya algún sistema obligatorio de jubilación? Aquí la
respuesta más o menos unánime es que: porque si no hay obligación de ahorrar
para un futuro distante, nadie lo haría (lo que técnicamente llamamos en
economía factor de descuento intertemporal alto).
Asumiendo como válido
este argumento, surge inmediatamente la siguiente pregunta: es el Estado el que
debe pagar las jubilaciones? Y ahí es donde la cancha se embarra…
Pero en realidad, en
esta nota corta no quiero plantear esta discusión, sino dejarla en el plano “espiritual”.
Hoy me encuentro con algunas notas de medios extranjeros que hablan en Estados
Unidos de un “populismo libertario”, y la verdad que no entendí nada.
No veo forma de
compatibilizar populismo con libertarianismo.
Tal vez es otra acción de la
izquierda, o de la derecha, para ensuciar el liberalismo, ante el claro fracaso
de los dos grupos en la administración de la sociedad?
Qué tal si probamos
alguna vez con liberalismo de verdad? Ese que pone el respeto por el individuo
por encima de los intereses sectoriales, lobbies empresarios, lobbies
sindicales o de cualquier clase?