viernes, 23 de septiembre de 2011

Proyecto de Presupuesto


Se vienen días con agite político dada la presentación del Proyecto de Presupuesto 2012. La semana próxima el ministro vicepresidente estará en la Congreso haciendo la presentación (lo acompañará La Mancha de Rolando, o con su guitarra será suficiente?).

Mirando el Proyecto, un calco del malogrado para 2011 y muy similar al de 2010, es claro que nada cambiará. Los ingresos están calculados con un escenario macro diferente que el que se presenta, de otro modo no se entienden las incongruencias que hay (como que IVA crezca 23% y el PIB 18%, en ausencia de modificaciones en alícuotas).

Perlas:
-         -  47% de la población recibe alguna clase de asistencia social por parte del estado
-         -  El gasto que más aumenta es el pago de deuda
-          - Se presupuestan los pagos de sueldos sin ningún tipo de aumento para el año próximo (con que suban solo 10%, el superávit financiero presupuestado desaparece)
-          - La asignación universal se presupuesta con un valor inferior por percepción del que hoy se paga
-          - El gobierno NaPo transfiere a empresas privadas (subsidios al combustible, energía, etc) $35.000  millones, esto es subsidio al consumo de la clase media, y por asignación universal, por embarazo, y demás $12.000 millones…
-          - La deuda que se va a pagar es la que tienen los privados, la que está en cabeza del sector público (60% de los vencimientos) se refinanciará. Como si fuera poco, lo que se pague, saldrá de las reservas.
-          - Sigue el cheque en blanco para Recalde Jr. y su línea aérea.

Como comenté, más de lo mismo. Veremos si el Congreso consigue poner algún tipo de control sobre el gasto, que como viene la cosa, será más dificil que el año pasado.

jueves, 1 de septiembre de 2011

El futuro, llegó hace rato?

En días recientes tuve oportunidad de encontrarme con colegas varios, de diferentes extracciones, con diferentes expectativas, diferentes trayectorias profesionales, y diferentes historias de vida. Con el denominador común del interés por la economía y la situación argentina, me resultó interesante la visión sobre el futuro que a grandes rasgos pude agrupar en dos lineamientos:
-          Los que creen que habrá cambios de rumbo tras el 23 de octubre (ninguno tiene duda alguna sobre la victoria en primera vuelta).
-          Los que creen que nada cambiará
El primer grupo, sostiene su visión en la imagen que se ha ido formando el actual Ministro de Economía y futuro Vicepresidente de la Nación, que en diferentes ámbitos en los que se ha movido, ha intentado calmar los ánimos de quienes ven como una amenaza la “profundización de las políticas populistas” como pregonó el actual Viceministro de Economía.
Según las diferentes audiencia que tuvo Boudou, a todos prometió estabilidad cambiaria, moderación en la confrontación con algunos sectores, moderar las demandas salariales para a partir del próximo año (para frenar la denominada “puja distributiva” que termina en la inflación galopante que hoy tenemos, si hay algún lector avispado, está en lo cierto, si bien niegan y re-niegan que los aumentos de salarios generan inflación, saben que hay que frenar la suba para frenar la inflación).
En algunos reductos más específicos de temas financieros, se habló incluso de dejar pasar una suba de tasas de interés (de nuevo, no somos ortodoxos, pero...).
En cuanto al segundo grupo, también escucharon por diferentes vías lo mismo, es decir una agenda de pasos “amigables” en la visión del mercado. Entonces, cuál es la diferencia? Que los primero creen en la palabra de Boudou y los segundos no. Los primeros compran la idea que Boudou tiene influencia sobre la Presidente, los segundos no lo creen.
Evidentemente todos están de acuerdo en una sola cosa: el modelo sigue siendo lo que Cristina mande, y sobre todo, esto va por cuenta propia aunque también bastante compartido, prendamos velas para que el precio de la soja siga alto!